Las Maldivas son un paraíso con un rico ecosistema marino. Sus playas de aguas cristalinas y arena blanca la han convertido en el lugar predilecto para los que buscan descansar en lujosos resorts y exclusivos hoteles. Pero estas islas pueden ofrecer mucho más, si se busca profundizar. Si eres de esas personas que buscan vivir una experiencia, más que viajar, este es tu destino.

Un destino de aventura

La mayoría de vuelos que salen a las Maldivas están ocupados por recién casados que buscan un viaje de novios en un destino tremendamente romántico. No obstante, también es un lugar idílico que no debe pasar desapercibido para los amantes de la aventura.

En las Islas Maldivas hay una gran oferta de deportes acuáticos. Es un destino de ensueño para los amantes de disciplinas como el paddel surf, windsurf, kitesurf o bodyboard. Aunque también se pueden realizar paseos en canoa o bucear en las cristalinas aguas del océano Índico. No es necesario ser un experto, ya que se pueden encontrar cursos de iniciación para todas las disciplinas.

¿Qué es necesario para viajar a las Maldivas?

Debido a su situación recóndita, la falta de infraestructuras provoca que el precio de algunos elementos sea más caro de lo habitual. Es por eso que en tu maleta no debe faltar el protector solar, las gafas de sol y un sombrero. Además de una cámara (si es resistente al agua mejor que mejor), medicamentos básicos y las gafas de bucear, tubo de snorkel y aletas.

 

 

A la hora de emprender el viaje es necesario presentar un certificado de PCR negativa y, para estancias de una duración menor a 30 días no es necesario el visado, ya que se expide un visado de turista al llegar al destino. Es muy importante tener el pasaporte en vigor más de seis meses y un billete de salida. No es necesario contar con ninguna vacuna, pero se recomiendan las de la hepatitis A y B y la de la fiebre tifoidea.

Adentrarse en la cultura Maldiva

Una vez en las Islas, es posible desplazarse entre ellas para poder visitar este enclave único en el mundo. Gracias a esto, se pueden visitar lugares auténticos habitados por los lugareños y mezclarse con ellos.

Las tiendas de té se consideran los principales centros sociales y, allí, además de tener la posibilidad de participar en la cultura local, se pueden degustar especialidades típicas, como unas empanadas de hojaldre y atún llamadas hedhikaa o la pasta de atún, conocida como rihaakuru.

Eso sí, la población maldiva es profundamente musulmana, por lo que no se permite consumir alcohol fuera de los centros turísticos. De la misma manera que no se ve con buenos ojos el uso del bañador en ciertos lugares.

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